Si nos descuidamos, hacer las tareas del hogar puede consumir buena parte de nuestro fin de semana. Para ello es conveniente no ir dejando para luego las cosas que podamos ir haciendo en cada momento.
Un lugar donde podemos aplicar esto y además darle una vuelta de tuerca es en la cocina. Un acuerdo tácito en muchas convivencias es: uno cocina y el otro friega. Sin embargo, no es lo más productivo como veremos a continuación.
Si el que cocina es el responsable de recoger y limpiar, tendrá cuidado de manchar los menos utensilios posibles, lavarlos y reutilizarlos a continuación en vez de usar otro limpio. Si hay otra persona, a la que le estas preparando una deliciosa comida, por la que te deberá eterna servidumbre, quizás nos encontremos menos motivados a usar los menos utensilios posibles.