Cómo ahorrar con una conducción eficiente

Rubén Castro, actualizado a 18 diciembre 2018

El consumo de un coche depende de muchos factores: el tamaño del motor, la temperatura, el estado del vehículo, etc. pero sin lugar a duda, el factor más importante es el conductor. Ciertas técnicas y consejos pueden ayudarnos mucho a reducir el consumo de nuestro coche -con el consiguiente ahorro de dinero- de forma drástica. A continuación, vamos a ver unos consejos de cómo ahorrar combustible mediante una conducción eficiente.

Disminuye el tiempo a ralentí

El coche parado a ralentí consume entre 0,5 y 1 litro cada hora. Esto significa que tu coche está consumiendo combustible durante el tiempo que estás parado en un semáforo (si tu coche no tiene Stop&Start) o durante el tiempo que el coche está circulando sin una marcha metida (engranada). Esto último, además de peligroso, es muy habitual, ya que en el pasado sí que se ahorraba combustible de esa manera, con los coches modernos no solo no supone ningún ahorro, sino que además se aumenta el consumo:

  • Los motores de los coches antiguos, con inyección mecánica, siguen inyectando combustible aunque no pisemos el acelerador, además suelen inyectar más combustible cuanto mayor es la velocidad a la que gira el motor. Por eso, en los coches antiguos si bajabas un puerto en punto muerto, al llevar las revoluciones más bajas en ralentí, el consumo disminuía. El ahorro era poco y además conducir sin una marcha engranada es peligroso.
  • En los coches modernos, con inyección electrónica, el sistema electrónico se encarga de calcular cuánto combustible necesita el motor para girar. En el caso de que el calculador detecte que el coche tira del motor, deja de inyectar combustible. Por lo que veremos un maravilloso 0.0l/100km en el medidor de consumo.

¿Cómo podemos aprovechar esto? En dos situaciones:

Bajando cuestas

Como hemos visto, en los coches modernos poner punto muerto en una bajada, además de peligroso, te hará aumentar el consumo de combustible. En los coches actuales, en una cuesta abajo en la que tengamos la marcha engranada y no vayamos acelerando, la inercia del coche (energía potencial que se transforma en energía cinética) mueve el motor sin que sea necesario que consuma combustible. Se puede decir, que el coche tira o mueve el motor.

A la hora de detenernos

Esta técnica, que el coche tire del motor, también puede utilizarse a la hora de detenerse en un semáforo o en tráfico denso. De esta forma si vamos a parar en un semáforo deberemos ir reduciendo marchas calculando dónde vamos a detenernos. Y llegar al punto de detención en segunda y con las revoluciones lo más bajas posibles; habiendo aprovechado al máximo posible la inercia del coche. Ya que la inercia del coche mueve el motor (para que no consuma) y el motor irá frenando al coche paulatinamente

La velocidad y la resistencia aerodinámica

La resistencia aerodinámica es nuestro gran enemigo a la hora de conseguir bajar el consumo medio. Además, la resistencia aerodinámica aumenta con el cuadrado de la velocidadref. Esto significa que un coche con unas formas aerodinámicas normales gasta alrededor de 2 CV para mantenerse a una velocidad de 50 km/h (en llano). Si aumentamos la velocidad, la potencia que gasta el coche para mantener la velocidad constante aumenta de forma exponencial. Por ejemplo, si circulamos a 100 km/h el coche necesita emplear 16 CV. A 200 km/h 128 CV y a 300 km/h el coche necesita utilizar 432 CV solo para vencer la resistencia del aire y mantener la velocidad.

Es por ello es mejor intentar mantener velocidades constantes. Por ejemplo, si conducimos media hora a 100 km/h y media hora a 140 km/h consumiremos hasta un 25% más de gasolina o diésel que si circulamos una hora a una velocidad de 120 km/h.

Frenar es tirar el dinero

Así es, si tu coche no tiene frenos regenerativos (casi ninguno los tiene hoy día), al frenar lo único que haces es desperdiciar energía: los frenos transforman la velocidad de tu coche y en calor. Por ello es importante que anticipes las maniobras de forma que tengas que usar el freno lo menos posible.

Por ejemplo, cuando veas que un semáforo se ha puesto en rojo no sigas acelerando, calcula la distancia y el tiempo; y juega con las reducciones de marcha, la velocidad, el tiempo a ralentí…

La famosa onda verde

En las ciudades se diseñan y se programan los semáforos en función de un diagrama de onda verde. Esto significa que los ayuntamientos procuran regular los semáforos de forma que los coches que circulan a la velocidad adecuada cojan los semáforos en verde. Esto funciona especialmente bien en calles de un único sentido que son las que menos atascos registran. Por eso, en una ciudad con un diagrama de onda verde bien programado, circular por encima de 50 km/h te hará ir comiéndote todos los atascos. En ese caso lo mejor es que circules justo a 50 km/h y conseguirás optimizar tu tiempo de viaje.

Huye de la primera marcha

Un coche tiene que ser capaz de arrancar en una pendiente muy grande, y por eso todos disponen de una primera velocidad muy corta. Sin embargo, salvo en pendientes ascendentes pronunciadas, la utilidad de la primera marcha es impulsar un poco el coche. En cuanto haya recorrido su propia longitud, inserta segunda. Y al arrancar en una cuesta abajo, hazlo directamente en segunda. De esta manera podrás ahorrar hasta un 15% si circulas haces muchos tramos urbanos.

Conducción suave

Las arrancadas explosivas y las frenadas agresivas son la mejor forma de desperdiciar combustible.

Para que te hagas una idea, tu coche gasta lo mismo en acelerar de 0 a 100 km/h en 8 segundos que en circular a 100 km/h durante 3 minutos.

Evita conducir pegado al de delante

Mantén siempre la distancia de seguridad con el vehículo que te precede principalmente por motivos de seguridad, pero también puede servirte para ahorrar combustible. Ya que, si circulas muy pegado a él, tendrás que adaptar tu velocidad a la suya acelerando y frenando constantemente.

Mantén la presión correcta de los neumáticos

Unos neumáticos inflados con una presión baja pueden aumentar el consumo hasta en un 10%. Por eso, recuerda revisar y ajustar la presión de los neumáticos una vez al mes.

El coche trastero

Si utilizas el maletero de tu coche como un trastero podrías estar incrementando el consumo de tu coche hasta en 0,3 litros por cada 100 kilos. Por eso procura no cargar con trastos que no vayas a necesitar. Recuerda además guardar las bacas y los portabicicletas ya que aumentan el consumo hasta un debido al aumento de la resistencia aerodinámica (incrementa el consumo en 0,8 litros a 100 km/h).

Ver más
VidaXP puede usar cookies para recopilar estadísticas, optimizar la funcionalidad del sitio y ofrecerte publicidad basada en tus intereses. Si sigues navegando estarás aceptando su uso. Más información de nuestras políticas.